"Es el pueblo el que se tiene que hacer cargo de las tragedias y de las victorias de su historia", dijo con voz sentida, visiblemente emocionada y bajo una llovizna leve, la Presidenta de la Nación en su discurso de inauguración del sitio de la Memoria.

"Los 40 millones tienen la responsabilidad de garantizar el respeto de los derechos humanos", pidió la jefa de Estado en un acto que se realizó en la ex Esma. Y recordó: "Somos un ejemplo en el mundo en Derechos Humanos".

“Hoy aquí hay una victoria de la vida sobre la muerte, de la patria sobre la antipatria”, enfatizó. Y remató, sobre el final: "Hoy aquí, esos jóvenes, están más vivos y presentes que nunca, e inmortalizados".

Fue unos segundos antes de que asomara el sol sobre el cielo de Buenos Aires. "Ven, siempre sale el sol, después de las tormentas peores, siempre, al final, sale el sol".

En el comienzo de su oratoria, Cristina Fernández dejó estas frases

"Confieso que en aquella oportunidad, con la cantidad de gente, no tomé la real dimensión", relató Cristina sobre la primera vez que recorrió el predio, junto a otros legisladores. "Pero después vino aquel acto del 24 de marzo, un día de intenso calor, el día que habló Néstor, ya no como presidente sino como miembro de una generación diezmada, tal como lo había anunciado el día que asumió".

"No vino a recuperar no solamente un edificio y un ex centro clandestino, vino a recuperar la memoria y la historia de los argentinos", enunció.

"Ese día, me acuerdo que le dije a Néstor por qué no escribís lo que vas a decir, va a ser un día de emociones muy fuertes, pero me dijo no, va a andar todo bien, le insistí y no, no lo escribió", reveló, y remarcó: "Ese día, a Néstor Kirchner, al que muchos o algunos pocos acusaban de frío y cerebral, lo escuché hablar con el corazón y con las tripas, en nombre de tantos miles y miles que ya no podrán hacerlo nunca más".

La jefa de Estado advirtió que en aquel acto del 24 de marzo de 2004, Kirchner "pidió perdón, como presidente de los argentinos, en nombre del Estado Nacional".

Además, reveló que durante aquel acto "otro hijo nacido como Juan, otro nieto recuperado me alcanzó una foto cepia que tengo sobre el escritorio en casa rosada". Y sorprendió: "Lo increíble que él no sabía ese día, después se enteró, que era hijo de desaparecidos".

"Jorge Castro, hoy investigador del Conicet, sacó esta foto en cepia y me la regaló, es una foto que quiero mucho, allí estamos todos, en ese tono, como en el tiempo, en la memoria", dijo Fernández de Kirchner.

La mandataria recorrió los 5200 metros cuadrados de las instalaciones del predio de Avenida del Libertador 8151, que funcionó como un centro clandestino de detención, tortura y exterminio durante la última dictadura.

"Es impresionante, está muy bien hecho", comentó luego de ver en una habitación a oscuras, un video al estilo 'mapping' (proyectar sobre varias paredes).

Fue luego de brindar su discurso presidencial ante funcionarios, familiares de víctimas de la dictadura, representantes y referentes de organismos de derechos humanos de todo el país.

Palabra de sobrevivientes

"La primera vez que volví fue el 19 de marzo, con el comapañero Néstor Kirchner", dijo la primera oradora, la sobreviviente Ana Testa, hoy arquitecta.

"Lo abracé a Néstor y le pedí que no nos abandone... y hoy ver esto así aquí, con tantos jóvenes, con tantas cosas que se han recuperado, me cuesta transmitir todo lo que siento".

"Gracias Cristina, ver tanta energía donde fue la cuna de la muerte, ahora es el lugar donde los jóvenes vengan a tomar parte de la historia", comparó, y remató: "fue un trabajo de quijote, lo agradezco, como la voluntad de la Presidenta".

A su turno, Juan Cabandié, nacido en cautiverio allí, recordó: "Hace once años, cuando estuve aquí con Néstor en aquel acto histórico, la ceremonia fue afuera, hoy estamos adentro...".

"Aquel fue un acto de identidad y de dignidad colectiva", configuró Cabandié -legislador del FpV-, para luego enumerar: "Si no hubiéramos tenido aquel acto, no hubiéramos podido darle dignidad, jubilcaciones, trabajo, y un futuro al pueblo". Y completó: "No hay patria si no hay derechos humanos".