En una conferencia sobre 'El Proceso de Desendeudamiento Argentino y el Accionar de los Fondos Buitres a nivel Global', organizada por el Ministerio de Relaciones Exteriores en la ciudad belga de Bruselas, Héctor Timerman se refirió a los fallos contra la Argentina del juez Thomas Griesa.

Previo al inicio de la Segunda Cumbre de Jefes y Jefas de Estado de Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE), el canciller advirtió que "los fallos de las Cortes de Nueva York, como por ejemplo el de NML contra Argentina, han sentado un precedente que imposibilitará las reestructuraciones de deuda soberana con acreedores privados de aquí en adelante".

Por eso, sostuvo que "es necesario un marco legal multilateral para la reestructuración ordenada, eficiente y a tiempo de las deudas soberanas", teniendo en cuenta "no es sólo la Argentina, sino también el FMI, premios Nobel como Joseph Stiglitz e incluso los tesoros de países como Estados Unidos y Francia, entre otros, llegaron a una misma conclusión".

En ese sentido se preguntó "por qué razón los acreedores privados aceptarían una reestructuración de deuda si tienen como alternativa cierta recibir mejores términos por vía judicial a expensas de la mayoría de acreedores que aceptaran voluntariamente los términos ofrecidos en la reestructuración".

"Por qué razón los acreedores aceptarían una reestructuración si el cobro de los créditos reestructurados puede ser tan fácilmente impedido por el accionar de los fondos buitres", dijo Timerman.

Además subrayó que "la actividad de un tercero, se trate de fondos buitre o Estados a través de decisiones judiciales o administrativas, obstruyendo o impidiendo a otro Estado reestructurar sus deudas, implica una violación inadmisible al principio de soberanía estatal".

Tras remarcar que "no existe en el ámbito internacional un régimen que ponga límites al accionar de los fondos buitres y a los abusos en los que han incurrido las Cortes de Nueva York y otros tribunales", pidió "un marco legal multilateral imbuido de principios generalmente aceptados e incluidos en las leyes de quiebras de la mayoría de los países".

Timerman puso de relieve que "la necesidad de poner un freno a los buitres es sistémica en términos de necesidades básicas del funcionamiento del sistema capitalista, que requiere que las deudas sean reestructuradas".