Aníbal Fernández rechazó que la disolución de la SI pueda generar malestar entre el personal que pudiera quedar desafectado y sostuvo que “no hay porqué preocuparse”.

“No, no tiene por qué suceder”, respondió el funcionario al ser consultado si podría existir algún riesgo de una posible aparición de "mano de obra desocupada".

El secretario general de la Presidencia advirtió que las “críticas de toda la vida eran que las escuchas telefónicas judiciales estaban en mano del Poder Ejecutivo” y que “ahora que van en manos del poder jurisdiccional, la culpa la tiene una funcionaria”, en referencia a la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, de cuyo organismo, de acuerdo al proyecto de ley, dependerán las escuchas.

Aníbal no descartó la posibilidad de un recambio en el personal que integraba la ex SIDE: "Seguramente habrá una valoración individual en esas cosas". Afirmó además que la disolución de la ex SIDE, propuesta por la presidente Cristina Fernández de Kirchner, importa “un cambio de paradigma”.

Remarcó como fundamental que “la actividad de inteligencia pasa de estar a cargo de un órgano desconcentrado de la administración a un ente descentralizado como la Agencia Federal”.

Y concluyó: “No tengo dudas de que se sacará una muy buena ley”, opinó Fernández sobre el proyecto de ley enviado al Congreso por la Presidenta, luego de que los antiguos Servicios quedaran en el ojo de la tormenta tras la muerte del fiscal Alberto Nisman. Además, recalcó que “ningún funcionario tendrá acceso a la nueva Agencia”.