Durante la puesta en marcha al ciento por ciento de la central nuclear Atucha II, en Zárate, la Presidenta de la Nación afirmó que se trata de "un hecho histórico" al "incorporar al sistema energético nacional la tercera central nuclear argentina al ciento por ciento".

Cristina sostuvo sobre la obra que "esta central nuclear fue hecha enteramente por argentinos: neuronas argentinas, mano de obra argentina", añadiendo que "por presiones externas, la Argentina había abandonado su rol de actor nuclear en América Latina".

Pero "por iniciativa del presidente Néstor Kirchner en 2004, cuando lanza el Plan Nuclear Argentina toma la decisión de que Atucha II se termine. Kirchner "vino a Atucha II, que estaba abandonada, y así como decidió terminar Yaciretá, dijo vamos a terminar Atucha II y vamos a invertir para poner en marcha de nuevo a la Comisión Nacional Atómica", dijo la presidenta.

Con esas iniciativas, "la Argentina vuelve a figurar entre los 11 países que producen uranio enriquecido, pero somos líderes en políticas de no proliferación nuclear porque no amenazamos a nadie", señaló la Presidenta de la Nación en Zárate.

Así, con esta puesta en marcha, del total de la energía eléctrica producida en la Argentina la nuclear pasa del 7 al 10 por ciento, lo que al mismo tiempo representa un importante ahorro en lo que hace a importación de barriles de petróleo para generar energía eléctrico.

En su discurso, Cristina indicó sobre Atucha que, de esta manera, "no solamente hemos desarrollado energía: hemos desarrollado autonomía nacional en un recurso estratégico como es la energía", indicando además que "ahora, con los acuerdos que hemos celebrado con China, vamos a poner en marcha dos centrales nucleares más, con una importante generación de trabajo".

Sobre las críticas formuladas por la UIA al respecto, sostuvo: "No nos vengan a contar a nosotros, que hemos impulsado el proyecto más industrializador desde Perón, que no vamos a defender el trabajo y las empresas de los argentinos".

"Vivimos en un mundo cruzado por intereses económicos y políticos, que fueron quienes obturaron en los 90 el proyecto nuclear argentino", indicó.

No obstante, la primera mandataria aclaró: "Y no estoy hablando de conspiraciones: es un mundo de intereses que quieren que unos estén subordinados y otros mandarnos", advirtiendo que ahora "se enfrentan con gobiernos como éste, que no permite que nadie le marque la cancha".

Cristina criticó a los sectores que pretenden "una Argentina con bajos salarios, con mano de obra barata" y sin desarrollo tecnológico, mientras que el nuestro ha optimizado los ingresos de los argentinos y reindustrializado el país desde 2003, siendo, además, "un modelo que el mundo respeta en materia de derechos humanos".

Para la mandataria, "los argentinos estamos cansados de ir de punto; queremos ser banca, alguna vez, por eso hacemos acuerdos estratégicos" como los que se suscribieron con China, dijo Cristina, aclarando que "estamos abiertos a todo el mundo pero sin imposiciones de nadie", agregó.

Tras señalar que "antes gobernaba otros que no eran los que la gente votaba en cada elección", Cristina Fernández de Kirchner indicó que "la disputa de poder, en definitiva, es la disputa por saber qué pasa con ustedes: si mandan lo que tienen más, a todos ustedes les irá peor", concluyó.