Vuelvo en forma de columna feminista. O no. Esta vez creo que en contra. No de todas sino de algunas. El feminismo tiene límites y bordes a los cuales aborrezco y un centro precioso, redondito y lleno de luz (?) en el que intento moverme a diario.

Es muy difícil ser feminista hoy, porque está lleno de errores, hay mucha mala leche - guiño, guiño- y confusiones. Minitas enojadas, y con razón, que hacen cualquiera. Minitas enojadas, también con razón, con las minitas porque están enojadas y con razón y hacen cualquiera.

El estigma de la fealdad ya es sabido, lo arrastramos y la mayoría se hace cargo o sabe que, si sos medio feunchi, la tenés que remar. Lo mismo pasa con los tipos, con la excepción de que ellos tienen, tal vez, más herramientas para desplegar su belleza frustrada. Guitarra, fútbol, bajista de vez en cuando, batero con suerte. No sé. Muchas herramientas, porque ellos conquistan y en la conquista se equipan con la armadura que pueden. Nosotras, aunque hoy con muchos derechos ganados, tenemos, portamos y llevamos el don de la belleza. El hombre en las publicidades es feo, la mujer, no. Salvo excepciones, porque siempre está el local de comida rápida atendido por un chico con síndrome, el negro en las películas de terror, la gorda que triunfa y consigue el amor y el que tiene un amigo puto.

Pero no voy a desglosar algo que ya es sabido y que va como columna vertebral de todo el resto del discurso feminista. Leo cosas terribles que a veces me gustaría responder con frases de autoras geniales pero me retrotraigo porque sé que soy goma y también tengo en claro que el estigma pelotudo de "feminista falopa" me lo paso por las dos tetas.

Esta columna la quiero dedicar a un sitio web que me llamó la atención. Empecé a escribir una nota en el diario sobre el mismo hasta que me di cuenta de que estaba opinando de más entonces decidí salir y hacer lo que sé hacer, bien o mal, que es criticar. Les copio el primer párrafo en el que estaba laburando para hacer la nota:

"Un nuevo sitio web, que se presenta también como una red social, sirve y funciona para coordinar citas amorosas pero no de cualquier manera. Con un sistema cuestionable y un título ambiguo propone “adoptar un chico”. Así es, este sitio, exclusivo para mujeres que buscan hombres, está en la red y ya despertó dudas".

La cosificación de la mujer es un tema que despierta largos debates. El lugar que ocupan ellas en la sociedad y cómo lo hacen, trae y arrastra años de lucha por la igualdad. En este sitio, el elemento distintivo es, según sus creadores, (a los cuales señalo como feministas de los que no queremos a menos que todo esto sea un chiste y ahí sí los queremos) “que sólo las chicas tienen el poder de encarar a los chicos. AdoptáUnChico.com.ar es un sitio donde los hombres son productos a la venta y las mujeres acuden a hacer sus compras. Una vez inscriptos, los chicos completan su ficha de producto y se colocan en los estantes. Luego, deben esperar pacientemente a que una clienta los agregue a su carrito para poder entablar una conversación con ellas. Antes de que eso suceda, no pueden enviar ningún mensaje”, explican, yo leí y me quedé colgada pensando.

Y sigue: “Las mujeres son clientas que hacen sus compras y pueden poner a los hombres en su carrito”. Sí. Fuerte. Las promotoras bien podrían ser, en este caso, la versión femenina de este polémico sitio web. PERO LO REPUDIAMOS. Porque la idea, si es real y lo que busca es romper las pelotas, me parece tonta. Reimportante lo que opino.

Por otro lado, si lo que quiere es concientizar, me parece que se pasaron tres pueblos y se comieron un viaje astral que no daba. La cosificación es una mierda, no hay mucha vuelta que darle. El sitio este, disfrazado de transgresor, reproduce, al revés, esa maldita la lógica sexista que tan mal nos hace.

Entonces, si buscamos cambiar algo, modificarlo, erradicarlo, la venganza no es la manera. Porque esto más que chiste parece resentimiento, resentimiento de nena a quien le contaron una historia, se la creyó, se la dio contra el piso y ahora sale disparada a buscar bultos pateables.

Los tipos son unos pelotudos y las minas víctimas y hasta victimarias, pero, así como de a poco vamos ganando terreno en muchos lugares en donde antes sólo había pitos, pitotes y pititos, los perdonamos y la venganza queda a un costado, o les queda para ellas, las que le erran al mensaje y lo llenan de resentimiento. Ellas que creen que somos mejores que los tipos y pierden de vista que, en realidad, no estamos ni adelante ni atrás, sino uno al lado del otro.

NOTA DEL AUTOR: Es necesario destacar que, a veces, también podemos estar arriba, o abajo, o de costado, o que haya mucha gente y sea todo re confuso y haya pieces, panzas y cabezas. Creo que esta aclaración se llama Kamasutra. Chau.