Están cagando sobre los votos y los votantes. Sobre nosotros los del Frente para la Victoria. Cagando sobre la historia popular con soretitos hediondos. Y con apestosa nostalgia “libertadora” y “bombardeadora”. Nostalgia de proscripciones, de genocidios y exclusiones antidemocráticas. ¡Son diarreicos incontinentes!  Son vomitantes oligárquicos, caceroleros y“nismaníacos” vergonzantes. Porque consagran estatuas equivocadas. Se les vienen en banda. Porque están construidas con pedestal de cuantiosas materias fecales. Están cagando en Tucumán y seguirán insistiendo con sus esfínteres entrenados en cagaderas antipueblo. Elijo este lenguaje con convicción ciudadana ; porque es el apropiado para ser entendido entre tanta mierda opositora. El republicanismo cloacal, las trampas judiciales abortivas, el periodismo alcahuete de alta renta, los medios letrinas instalados sobre la mierda de sus orígenes; los políticos de estreñimiento moral y rastrera concepción ideológica y antipolítica; y los compatriotas que nos odian por compatriotas y por ser soberanos y ajenos a sus deseos antipatria, siguen buscando cagarnos. Quieren lograr un tumulto electoral excrementoso. Y a la vez que una reacción mierdosa, que les convenga, estalle en la amplia y mejor patria conseguida. Que sigan cagando: que se van a quedar sin mierda. Y sin votos.

Entre tanto enculamiento excrementicio , pedorreos con hedor a soja pasada de silo y escatológica porteñidad niembrosa, quieren apropiarse del voto ajeno. Del nuestro. No somos invencibles en las urnas legítimas. Episódicamente perdemos. Pero somos invencibles contra la mierda.