Con la firma del embajador Martín Lousteau el gobierno argentino presentó ante el parlamento estadounidense una solicitud de compra de armas por un monto que supera los dos mil millones de dólares. La cifra parecería excesiva no sólo en sí misma, sino de comparársela con los recortes y ajustes en otros rubros del presupuesto, entre ellos, curiosamente, el de Defensa, que se redujo en un 50%.

Pero no es sólo el monto lo que habría alarmado a las autoridades de los países vecinos, temerosos de ser los destinatarios finales de la compra, sino la naturaleza del arsenal. Las explicaciones de la Canciller Malcorra no tranquilizaron a su par de Itamaraty.

“Si la compra no persigue otro propósito que aumentar la deuda externa, hubieran comprado dos mil millones de dólares en pañales geriátricos”, habría sido la descomedida respuesta del canciller Aloysio Nunes Ferreira. 

La preocupación de Itamaraty es razonable toda vez que el pedido argentino incluye, entre diversos armamentos, 400 camionetas Jeep, 143 ambulancias, 857 camiones de distinto porte, 182 tanquetas de guerra tipo StryKer equipadas con ametralladoras calibre 50, lanzadoras de granadas y cañones de 105 milímetros. 50 motocicletas, 2 aviones de patrullaje marino Orion, 24 blindados anfibios AAVR7A1, 80 lanzamisiles tierra-aire marca Javelin, 81 cuadriciclos, 12 helicópteros de ataque Cobra AH1, 16 helicópteros Black Hawk UH60, 10 del tipo Chinook, otros 26 helicópteros Bell 412, 24 aviones de caza Texan T6, 12 cazabombarderos F-16 Fighting Falcon, etc.

Consultado al respecto por un medio de prensa, el ministro de Interior Rogelio Frigerio respondió: “En Argentina hace rato que tenía que plantearse una mirada distinta frente al delito, el crimen organizado y el narcotráfico”.

La declaración del ministro Frigerio le valió una reprimenda del Jefe de Gabinete. Fiel a su estilo, Marcos Peña recubrió el rapapolvo dentro del guante de terciopelo de un memorando aclaratorio.

Este es el texto del memorando:

Rogelio

Recordá que la ley aprobada por el Senado se refiere únicamente al uso medicinal del cannabis. Su utilización para otros fines sigue estando penada por la legislación vigente. En cuanto al LSD, te aconsejo que te lo administres sólo con supervisión especializada, en lo posible, psiquiátrica. De lo contrario, podrías llegar a una dimensión de la cual tal vez ya no te fuera posible regresar.

Con el mayor afecto

Marcos