El cantante Joaquín Sabina se vio obligado este sábado a acortar el primero de los dos conciertos que tenía previsto ofrecer en Madrid por una indisposición que, según le confesó al público, fue debido a "pánico escénico".

"Hoy, por exceso de ganas de estar bien delante de mi gente de Madrid, me acaba de pasar llegando a cosas feas, un Pastora Soler", dijo el músico en alusión a los "vahídos por pánico escénico" que llevaron a la artista sevillana a retirarse temporalmente de la música.

De esta manera, el jienense, de 65 años, interrumpió su concierto media hora antes del final previsto, disculpándose ante las mas de 10.000 personas que abarrotaban el Palacio de los Deportes de Madrid con un sincero "realmente no me encuentro muy bien".

Parece que la presión le jugó una mala pasada al músico, que no había dado muestras explícitas de cansancio y que presumía de hecho de un buen estado de ánimo hasta que reapareció asegurando que había sufrido "un Pastora Soler".

"Lo lamento mucho", afirmó visiblemente emocionado ante la reacción del aforo del Barclaycard Center (antiguo Palacio de Deportes de Madrid), que volvió a ponerse en pie para mostrarle su apoyo.

Sabina intentó entonces reemprender el concierto y llegó a cumplimentar el bloque principal con varios de sus grandes clásicos.

Ni la organización del concierto ni la representación del artista ofrecieron de momento más información sobre el estado de salud del músico español.