Como siempre, tarde. Mi costumbre por ser impuntual puede pasar por una actitud rockera pero no, es puramente desprolijidad. Igualmente, en el estéreo de mi auto ya sonaba 'La Vela' al palo, mientras me acercaba esquivando cuerpos a la puerta del Mandarine Park, en Punta Carrasco.

'Carrasco', me hacía acordar a la costa de enfrente, cuando entre mates y bizcochos me dijeron: "Bo, escuchá a esta banda que 'ta salada". Hoy, ya son un emblema del rock nacional y siguen demostrándolo en cada oportunidad.

Finalmente entramos a las inmediaciones del predio, me acerqué a la fila de acreditaciones y me encontré con algunos colegas que estaban en la misma que yo. Ahí mi amiga Gaby me preguntó por la familia y luego me dio las entradas. Ya estábamos adentro.

Mientras me apuraba por los caminos sinuosos que llevaban a la pista escuchaba los últimos acordes de ' La Abuela Coca', la gran invitada de la noche que hizo bailar a muchos que fueron temprano para escucharlos. 'La Vela' siempre se caracterizó por invitar a sus verdaderos amigos, y no a las figuras del mainstreem local para generar prensa, un dato que cabe destacar.

Cuando llego veo de qué se trataba eso: la mitad treintañeros como yo que habían pasado su adolescencia escuchando 'La Vela', la otra mitad, los jóvenes a los que les pasaba lo mismo que a mí hace muchos años, pero con una banda que ya tiene toda una historia detrás.

El Mandarine está bueno para ver un recital porque es un predio extenso y ancho, lo que te permite acomodarte cerca del escenario pero, bien de viejazo, no entrar en el pogo duro. Cosas que uno no pensaba en aquellos primero recitales de los 'yoruguas' en Buenos Aires.

Sin más 'cháchara' arrancaron con 'Claroscuro' del disco A Contraluz, otra característica de la banda: arrancar con temas tranquilos, a comparación de otros, para ir en una espiral ascendente hacia el máximo elixir de la locura. Yo sabía que así iba a ser y disfrutaba la cara de sorpresa en los pibes de 15.

Después de algunos temas nuevos vino 'El huracán', uno de los que le más gusta a los jovatos rockeros, el que inmediatamente me di cuenta que estaba hecho un semitono más abajo de lo normal, por lo que me quedaba incómodo para cantar. No así para el enano, que seguro pidió hacerlo de esa manera.

El 'Seba' Teysera estaba con un look totalmente diferente al de viejas épocas. Cargaba un chaleco de cuero, barba crecida y un gorrito a cuadros, como salido de un cuento de hadas. A comparación, 'el Sebolla', como siempre con su gorro de lana al estilo 'chómpiras' y un vestir sobrio.

Saltando para escapar del fresco que empezaba a hacerse sentir, pasaron 'Por dentro', 'Un Frasco' (que arrancó el 'enano' con un gong cuadrado), 'Escobas', y el primer tema que cantó el 'Sebolla' en la noche, 'Todo el karma', con un final a puro vientos y saltos.

Fue en ese momento cuando apareció un muchacho con una gaita para cantar 'Los reyes de los buzones' de su último especie de EP titulado 'Pasaje Salvo' (2013). Al instante, un reggae y por los acordes ya nos dimos cuenta que era otro de los clásicos, 'Burbujas'.

En 'Sigo creyendo' subió a cantar un personaje recurrente en los shows de la banda, Manolo -Manuel Ferreiro-, asistente general del escenario, que cantó a dúo con 'el Sebolla' mientras en las pantallas aparecían cientos de televisores en rojo, como dando una señal de alarma.

El show fue muy versátil y tuvo condimentos para todos los gustos. Como por ejemplo, 'En el limbo', la hermosa representación de la muerte -a mi entender- que el 'enano' hizo a capella con el piano y que nos hizo bajar un poco los desibeles.

Luego de ese tema, Sebastián Teysera dijo sus primeras palabras de la noche cuando presentó a Pedro Dalton de los 'Buenos Mucachos', una banda que -según comentó- iba a ver de chico a un barcito de montevideo.

Ahí empezó el show de 'La Abuela Coca' y lo digo así porque, en diferentes temas, 'La Vela' fue invitando a cada uno de los integrantes de la banda. Así pasaron 'El Negro' Brown en Zafar, 'El Chole' en 'Va a escampar' y los vientos junto con el resto de los integrantes en varios de los temas que siguieron.

Como no podía ser de otra manera, 'El viejo' y 'El profeta' cerraron lo que fue un auténtico show de 'La Vela', con una excelente iluminación sobre el escenario que cabe destacar, un predio cómodo, horario puntual y con una gran banda que abrió la jornada.

Con un deje de nostalgia y otro poco de ilusión por las nuevas generaciones de puercos, nos fuimos caminando despacito, así como la tapa de 'Claroscuro', en busca de ese paty que nos permitiría llegar a casa.