A poco más de un mes de su muerte, la familia de Ismael Sosa no baja los brazos y sigue de cerca la investigación por el fallecimiento del joven, antes de que ingresara al predio donde tocó La Renga en Villa Rumipal, Córdoba, el 26 de enero pasado.

La causa, todavía caratulada como averiguación de causal de muerte, tuvo un avance significativo: el informe toxicológico comprobó que el joven no consumió drogas la noche de su muerte.

"Los testigos aseguraban haber visto a un chico balbuceando, con la remera de los Rolling Stones y aspecto 'rolinga' y en realidad estaba lleno de chicos así", advirtió el abogado de la familia Sosa, Lucas de Olmos, sobre los testimonios brindados por la policía en la primera etapa de la causa, cuando claramente las influencias de las fuerzas de seguridad (o del miedo, preferimos llamarlas) ejercieran el intento de que todo quede en el olvido y antes de que Nancy, la mamá de Ismael decidiera cambiar de letrado.

"Lo llamativo del caso es que los testigos, después de que aparece la foto, dicen 'ah, ahora que veo la foto era él'. Pero nadie dice 'yo lo conozco, era Ismael Sosa el que estaba ahí'", advirtió sobre las sospechosos testimonios que brindaron aquellos primeros declarantes que había aportado la Policía.

A diferencia de la versión policial, los testigos que aportó la familia de Ismael corroboran el brutal ataque y la golpiza que los agentes le propinaron al joven: "Este martes hemos ofrecido otros dos testigos presenciales, uno de ellos asegura que le pegaron entre cuatro policías, y que hasta uno de los hombres de seguridad del evento se acercó a pedir que no le pegaran y casi liga también", relató Olmos.

De Olmos también advirtió lo que atestiguaron vecinos que presenciaron "corridas y detenciones en la calle" y que se ofrecieron a contar que habrían tenido al joven "esposado boca abajo" durante varias horas.

Mientras la investigación avanza y los testigos clave siguen apareciendo -resta que declare el hombre que encontró el cuerpo y que describió una situación extraña de una persona en una lancha- el pedido de justicia no cesa, la necesidad de aclarar lo que comienza a dilucidarse como un caso de abuso policial, mantiene en vilo a todo el país.