Sin pena ni gloria pasó el recital de los Guns N' Roses por Buenos Aires, en el estadio Ferrocarril Oeste, que albergó a unas 20 mil almas que fueron a escuchar, más que nada, los clásicos de siempre.

Lejos quedaron aquellos años '90 donde River explotaba y, prácticamente, se paraba todo un país ante la llegada de los Guns, con todo lo que eso implicaba.

Ahora, con un Axl Rose sobrepasado en kilos y con poca movilidad, y con el claro faltante del mítico guitarrista, Slash, los Guns dejaron una cuota de nostalgia en Caballito.

La incorporación en la gira del bajista original, Duff McKagan, sumó unos puntos ya que la gente pudo ver a un poco más que un grupo de músicos reunidos por Axl.

De igual manera, la banda compuesta por DJ Ashba, Ron Bumblefoot Thal, Richard Fortus, Dizzy Reed y Chris Pitman tocó su último CD como también los clásicos que todos fueron a escuchar.

Entre ellos se destacaron todos los hits de Appetite For Destruction y Use Your Ilusion I y II, discos emblemáticos si los hay de la década de los '90.

Por suerte en este show no hubo problemas, con un público mucho más tranquilo que aquel que copaba River y las inmediaciones del Hyatt.

Para cerrar, November Rain hacía llover de lágrimas al público que superaba los 30 años en el estadio de Ferrocarril Oeste, que recordaba cuando Axl corría por todo el escenario y Slash se paraba arriba de los retornos para hacer los solos con la guitarra doble. Quizá, en algún momento, vuelva a ser realidad.