Allá por 2013, las letras de Kanye West hablaban de que él tenía el poder de hablar con Jesús, en su disco llamado Yeezus. Como si eso fuera poco, al poco tiempo se subió al escenario vestido como el hijo de Dios mientras interpretaba el tema ‘Jesus Walks’ -algo así como ‘Jesús Camina’- como parte de la gira del álbum mencionado anteriormente. Ahora, el rapero fue inmortalizado como una estatua de un Jesús de oro a tamaño real.

La obra se titula ‘falso ídolo’, y fue descubierta el pasado miércoles en una transitada esquina de Los Ángeles, en California, Estados Unidos. La escultura tiene la cara de West pero con el cuerpo de Jesús durante la crucifixión.

Su creador fue un artista callejero conocido como ‘Jesús de plástico’ y, según explicó en una reciente entrevista, la estatua representa la caída en desgracia del músico. Con esto se refiere a las polémicas declaraciones de West apoyando al nuevo presidente Donald Trump, con quien además tuvo una pequeña reunión, y su hospitalización después de su colapso mental.

“Es un genio escribiendo y produciendo pero no es un Dios, y ahí es en donde lo ponemos. Es por eso que ahora lo crucificamos”, concluyó el artista.