Ocurrió en Tennessee, Estados Unidos, donde Colin Lambert, un bebé de 18 meses, quedó atrapado en una máquina de peluches ubicada en un lavadero, luego de que ingresara a la caja de cristal por la ranura inferior.


La abuela del pequeño, Diane O'Neill, se distrajo por un breve momento al mirar un mensaje de texto, y cuando volvió a levantar la mirada, vio que su nieto estaba dentro de la máquina. "Solo podía verle los pies", dijo.


"Ya había trepado al interior de la máquina. Le agarré los pies y me pateó la mano y entró. Estaba adentro del compartimiento de vidrio, sentado entre los juguetes", explicó la mujer, cuya hija ya había vivido un episodio similar en su infancia al encerrarse accidentalmente en el baño de un restaurante.


La Policía local y los bomberos intervinieron para rescatar al pequeño, ya que su abuela temía que se lastimara al tratar de salir de la máquina. "El plástico que separa a los juguetes de la rampa por la que caen está roto en varios lugares", explicó la mujer.