Kenzie Kilpatrick, de 26 años, proveniente de Birmingham, en Inglaterra, abiertamente homosexual, ayudó a más de cincuenta mujeres sin hijos a cumplir sus sueños de convertirse en madres de forma gratuita. Lo único que pide el joven es dinero para los gastos de viajes y hoteles, para poder visitar a aquellas que viven lejos de su casa.

De todas las mujeres que ayudó, seis dieron a luz en los últimos dos meses -dos nenas y cinco nenes-. Incluso, una de ellas tuvo gemelos. Las otras tres mujeres entrarán en trabajo de parto en julio.

La idea de Kenzie de donar esperma surgió luego de descubrir el tema en algunos sitios web. Una de las parejas con las que habló había gastado más de 47.200 dólares en un tratamiento para tener hijos y no funcionó, lo que motivó aun más al joven para llevar adelante este “trabajo”.

"Saber que he ayudado a personas que han sufrido durante tanto tiempo queriendo desesperadamente tener un bebé ha sido mi mayor motivación", indicó el joven. Y agregó: "También me siento increíble sabiendo que habrá diez bebés que continuarán mis genes".

De todas maneras, Kenzie indicó que "no siento que necesite saber sobre los bebés o mantenerme en contacto con sus familias. Yo sólo proporcioné el esperma, y por eso no me siento atado a ellos".

"No es lo mismo cuando uno es hombre que cuando es mujer, y lleva durante nueve meses a un bebé dentro de su vientre. Las madres subrogadas se enfrentan a emociones muy diferentes a lo que yo siento", dijo Kilpatrick.

El británico creó en junio pasado su propio grupo privado en Facebook, llamado Drama Free UK Sperm Donors -Donantes Gratuitos de Esperma en Reino Unido-, que ya cuenta con más de 200 miembros.

Kenzie se reúne con las mujeres que lo contactaron en casas o habitaciones de hotel, donde produce una muestra de esperma que luego las parejas pueden inseminar artificialmente utilizando una jeringa.

De todas maneras, el joven aceptó que no todos fueron momentos agradables y que hubo algunos inconvenientes. "Había una mujer que concibió pero de repente cambió de opinión y dijo que quería un aborto", reveló.

Pero ahora, después de sus días como donante, Kilpatrick siente que es su momento. "Estoy desesperado por tener un hijo mío, y para eso ya encontré una pareja de lesbianas que quieren tener un hijo junto a mí", explicó.

Kenzie seguirá donando su esperma incluso a aquellas mujeres que ya ha ayudado a concebir, por lo que podría haber hermanos con el mismo ADN.