Ocurrió en Ciudad Juárez, en Chihuahua, México, donde la Policía Municipal realizaba un patrullaje de rutina cuando se percataron de un vehículo con varias personas que iban ingiriendo bebidas alcohólicas y con la música fuerte.


Cuando los oficiales se acercaron, aprovechando que el auto estaba detenido en un cruce ferroviario, el conductor se bajó y ofreció un soborno al policía para que los dejara ir. De todas maneras, estos se negaron a aceptar el dinero y les ordenaron a los pasajeros que bajaran del vehículo para inspeccionarlo.


Los tres hombres descendieron, sin embargo, un cuarto permaneció en el interior. Los oficiales pensaron que estaba pasado de alcohol y que se había dormido, pero cuando intentaron despertarlo se dieron cuenta que el joven, de unos 25 años, había fallecido.


En su declaración los detenidos dijeron que la persona fallecida era su amigo, y que estaban de fiesta desde la tarde del día anterior, pero él había ingerido varias pastillas lo que aparentemente hizo reacción con las bebidas alcohólicas, provocando su muerte.


Los jóvenes aseguraron que "se les hizo fácil" seguir la fiesta al lado del cuerpo y que pensaban dar parte de lo ocurrido hasta que terminaran sus cervezas.


Finalmente, el cadáver fue trasladado al Servicio Médico Forense para realizar la autopsia y determinar la causa de muerte. Trascendió en el lugar que el cuerpo no presentaba huellas de violencia, y que los hombres arrestados no portaban armas o drogas.