Azafatas y asistentes de vuelo de todo el mundo han mostrado su frustración a través de las redes sociales publicando fotos de pasajeros que se caracterizan por sus hábitos “salvajes y molestos”, que se han compartido bajo el hashtag #passengershaming –algo así como los pasajeros de la vergüenza-.

Pies sucios invadiendo el asiento ajeno, comida, líquidos y basura desparramados por todos lados, chicles pegados a los cinturones de seguridad y hasta incluso uñas en el piso.