El Centro Médico Universitario de Pittsburgh se encuentra llevando a cabo un extraño procedimiento pero que promete salvar más vidas. El mismo consiste en drenar la sangre y reemplazarla con agua salada congelada, dejando al paciente técnicamente sin vida.


Investigadores del centro médico comenzaron con las pruebas que podrían cambiar los métodos que se conocen hasta ahora en lo que respecta a las cirugías.


La idea es hacer que el cuerpo del ser humano herido entre en un estado de hipotermia para alentar el metabolismo en pacientes que estén por morir. De esta manera, los médicos esperan poder ganar tiempo que sería clave en personas que estén en grave estado.


En este sentido la ética del médico entra en juego, teniendo en cuenta que aquellos ciudadanos que lleguen heridos no podrán dar el consentimiento para que les realicen este procedimiento. Es por eso que los doctores tuvieron la idea de repartir unas pulseras gratuitas para que las lleven puestas aquellos que no quieren recibir el tratamiento.