Un hombre en Estados Unidos fue condenado por haber orinado en la taza de café de un compañero de trabajo.

El mismo James Carroll lo confirmó ante el juez:  hizo “pis” en la bebida de Michael Utz, su colega, quien fue astuto y olió la taza antes de dar un sorbo, evitando la desagradable sorpresa.

En ese momento, James fue despedido de su empleo, y luego fue multado en 2.200 dólares, en concepto de daños y perjuicios.

Lo curioso es que Carroll es reincidente, ya que en 2009 había sido condenado a un año de prisión por un delito similar en su anterior trabajo.