En septiembre del año pasado, Jennifer Philip-Parsons, de 46 años, fue condenada a dos años y medio de prisión en Devon, Inglaterra, por tener sexo con dos de sus alumnos, de 16 años. En una ocasión tuvo sexo con un estudiante en la hora del recreo y luego con otro en su casa, mientras su esposo dormía en el cuarto de arriba.


Pero esta semana, la revista "Closer" reveló que la traición y el arresto no fueron suficientes para que el marido de Jennifer se alejara de ella sino que, muy por el contrario, Jake, de 45 años, decidió continuar con ella para darle todo el apoyo necesario para que supere su estadía en la cárcel.


"Mi familia y mis amigos se sorprendieron por mi decisión de continuar con Jennifer, pero yo sé que ella está arrepentida de lo que hizo", dijo el británico, que visita todos los meses a su esposa en la cárcel junto a sus hijos.


"Estoy muy avergonzado de lo que hizo, se que cometió un delito, pero no puedo creer que ella sea una agresora sexual. Hemos estado juntos durante 24 años y criamos tres hijos juntos", concluyó.