Ocurrió en una escuela primaria estadounidense, donde una madre, identificada con el feminismo, llevó unas galletitas con forma de vagina a la clase donde se encuentra su hija, para repartir entre los estudiantes de segundo grado.


La mujer irrumpió en el aula de manera inesperada con una bandeja en la mano y se acercó a la profesora. "He decidido que puedes usar estas galletas para enseñarles a las alumnas sobre la vagina de las mujeres", dijo.


Sorprendida, la maestra destapó la bandeja y efectivamente se encontró con las "galletitas vagina", por lo que, muy amablemente, ésta le respondió que no era "algo apropiado" para estudiantes de segundo grado.


Fue en ese momento que la madre perdió el control y le gritó a la profesora que "debería estar orgullosa de su vagina". Sin nada más que hacer, dejó la bandeja sobre el escritorio y se marchó.


Pero no terminó ahí, ya que tras el incidente, la madre acosó mediante mensajes de texto a la maestra, señalando que sacaría a su hija de la clase y que le deseaba que terminara en un matrimonio donde su marido la golpeara, según informó la profesora.