La empresa Adobe, creadora del famoso programa Photoshop, contrató a un equipo de diseñadores suecos para jugarle una broma a la gente que esperaba en la parada del colectivo.


Primero, uno de los miembros del equipo se encarga de sacar una foto a la persona que se encuentra esperando. Luego, la foto pasa a las manos de Erik Johansson, un artista del Photoshop que la modifica creando una publicidad en cuestión de segundos, que a su vez es proyectada en la pantalla publicitaria del refugio, provocando la sorpresa de la gente.