Katella Dash se operó hace 15 años para cambiar de sexo, y desde entonces, gastó más de 100.000 dólares para parecerse lo más posible a una muñeca inflable, con el objetivo de cumplir las fantasías sexuales de los hombres.


"Me encanta parecer de plástico. La mayoría de la gente no soporta mi aspecto 'extremo', pero a mi me conseguirá más trabajo", explica Dash, de 38 años.


Aunque la mujer reconoce que está obsesionada con la cirugía plástica, asegura que para ella lo que muchos consideran 'extremo', es normal.


Dash vive en Minneapolis, y además de operarse para cambiar de sexo, se ha sometido a otros procedimientos quirúrgicos, incluyendo implantes faciales, cirugías de mamas e implantes de glúteos, entre muchos otros.