Dieter Lukas de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido y Elise Huchard de la Universidad de Montpellier en Francia, llegaron a la conclusión de que precisamente a través de su comportamiento infiel las hembras de los primates protegían a su descendencia de los machos dominantes que solían matar a las crías.

Para llegar a esta conclusión, los científicos estudiaron los hábitos de los primates. Una amplia investigación demostró que, por ejemplo, las chimpancés mantenían relaciones sexuales con muchos machos para confundirlos y, por ende, evitar que fueran capaces de distinguir a sus crías de las que no les pertenecían. De esta manera, lograban impedir la matanza de su propia descendencia. Los expertos sugieren que probablemente de la misma manera se comportaban los antepasados simiescos de la mujer moderna.

Además, aseguraron que la monogamia también fue otro método para evitar el infanticidio. Sin embargo, no todos los primates fueron capaces de ser fieles los unos con los otros y con frecuencia preferían la variedad. El estudio ha sido publicado en la revista "Proceedings of the National Academy of Sciences".