Stephen Coyle decidió pagar sus multas, una de US$80 por estacionarse sin mostrar su pase en un lugar visible y otra de US$30 por no tener un permiso para su vehículo, con monedas en protesta porque se enteró que el 20% de su dinero se quedaría en la universidad, mientras que el resto sería entregado a otras instituciones educativas del estado.

Molesto por la concepción solidaria del uso de la recaudación, el egoísta estudiante se quejó: "Los fondos no son para los estudiantes". En una entrevista a CNN se preguntó "¿por qué estamos invirtiendo en otros colegios cuando necesitamos tanto en nuestros campus?".

Coyle, quien participa en dos grupos estudiantiles en el campus, indicó que su gesto intentaba llamar atención sobre esta situación. Su pago tomó aproximadamente 3 horas y 40 minutos, en total las monedas pesaron 27 kilogramos.