Una repudiable tendencia en el mundo inmobiliario británico se está repitiendo en el último tiempo: las empresas constructoras desarrollan edificios con entradas independientes para “pobres”.

En Londres, las desarrolladoras necesitan un permiso de construcción de edificios de apartamentos en áreas prestigiosas de la capital británica, y para eso deben incluir en su plan, viviendas con precios accesibles, para los cuales hacen una entrada independiente, según explicó The Guardian.

Esta tendencia ya fue denominada como "puertas de pobres" (poor doors). Los ricos y los pobres tienen diferentes accesos, y hasta incluso, difieren el espacio para guardar las bicicletas, los vertederos de basura y la entrega de correo, de acuerdo con el medio citado.

Del mismo modo, los vestíbulos de cada entrada también son distintos: el que es para los “ricos” se parece más al vestíbulo de un hotel de lujo, mientras que los residentes menos adinerados se ven obligados a entrar en la casa por una puerta lateral incómoda.

El Partido Verde de Inglaterra repudió esta tendencia, y acusó a los constructores de "desprecio hacia la gente común".

Un caso similar se está dando en Nueva York, donde, a pesar de la polémica, las autoridades locales aprobaron el proyecto de construir un edificio lujoso con entrada para "ricos" y otra trasera para "pobres".