La región de Carleton-Sur-Mer, en Quebec, Canadá, incorporó recientemente la modalidad de aceptar billetes cortados por la mitad como medio de pago normal, mientras sean de 5, 10 y 20 de la moneda local llamada “demi”.

"Es dinero que solo puede circular entre los usuarios locales. Nadie más lo aceptará en ningún otro lugar en este momento", dijo Patrick DuBois, usuario del 'demi' de la localidad de Carleton-sur-Mer.

Los vecinos locales aseguran que los “demi” crearon cierto tipo de "economía local en paralelo" y ayuda a fomentar la actividad comercial en la zona.

El Banco de Canadá afirma que la práctica no es ilegal, pero también destaca que no es aconsejable. La portavoz del Banco de Canadá, Josianne Ménard, considera "inapropiado" mutilar los billetes que son "símbolo del país y fuente de orgullo nacional".