El año pasado, el ufólogo ruso Valentin Degterev descubrió -gracias a una imagen satelital de Google Earth- una llamativa grieta en el infinito hielo del continente blanco, y de inmediato se le disparó la idea de que habría sido ocasionada por un platillo volador que se estrelló verticalmente en la nieve.

Los entusiastas en la investigación de este tipo de fenómenos buscaron archivos fotográficos de la misma plataforma de Google, del mismo lugar donde se habría producido el presunto hecho.

Entonces apareció una foto tomada en 2011 donde se aprecia la hendidura con mayor extensión y, lo más importante, la “prueba” del supuesto OVNI estrellado, acompañado por lo que parecieran ser cuatros tanques alineados.

Según los cálculos de quienes realizaron las investigaciones, el platillo que dejó la grieta tendría 73 metros de diámetro y 102 metros de altura. En tanto, se cree que los presuntos vehículos, de similares caracteristicas, tendrían 20 metros de largo.

Siguiendo las coordenadas publicadas en distintos sitios web (77’.830248 S y 166’.831857 E), es posible reconocer huellas dejadas por vehículos motorizados muy cerca del lugar donde se piensa que hubo el mencionado incidente, y es que muy cerca de allí, está la base científica Scott de Nueva Zelanda, y unos pocos kilómetros más hacia el suroeste, está la base norteamericana McMurdo (la más grande de la Antártida).

Ambas instalaciones científicas-militares se encuentran en el extremo meridional de la isla “Ross Island”, perteneciente al territorio antártico reclamado por Nueva Zelanda.

Otra posibilidad, no considerada por los usuarios de Google Earth, es que la grieta pudo haber sido originada de manera natural por el deshielo y los vehículos que se ven a su alrededor en 2011, son los utilizados por los glaciólogos quienes quisieron estudiarla de cerca, apenas la detectaron.