Los investigadores Tim Schaller y Lawrence Cormack, de la Universidad de Texas, informaron que los 100 cerebros de seres humanos desaparecidos pertenecían a una colección total de 200 ejemplares.

Los cerebros fueron una donación del Hospital Estatal de Austin hace 28 años y se conservaban en frascos con formaldehido en uno de los laboratorios, ubicado en el sótano del centro de estudios.

El doctor Tim Schaller informó que los 100 órganos restantes permanecen dentro de su laboratorio.

Cormack explicó que su mayor preocupación es que hayan robado los cerebros para adornar las salas de estudiantes o para hacer algún tipo de broma.

Los científicos comentaron que aunque existe un acuerdo de confidencialidad para no revelar la identidad de las personas cuyos cerebros servían para el estudio y análisis, entre los desaparecidos se encuentra el de un hombre que asesinó a 16 personas en 1966.