Como parte de un concurso de diseño en Savannah College, en el estado de Georgia, Evan Kuester, de 23 años, creó una prótesis para su compañera de clase, Ivania Castillo, de 21 años, que nació sin una mano. Al principio la joven no estaba muy convencida, aunque después no se arrepintió en absoluto.


Al principio, el brazo tenía adornos estilizados y, según el propio diseñador, fue creado más como una pieza de joyería que como una prótesis para uso diario. Para realizar los finos motivos lineales, Kuester usó programas informáticos y luego le dio vida a través de una impresora 3D. Además añadió una luz en el interior.

Si bien Ivania estaba contenta con el resultado, al creador de la prótesis le pareció un diseño poco femenino, por lo que después de algunos cambios, logró uno mas ligero y elegante, parecido a un guante de mujer.


Kuester contó que le gustaría desarrollar las prótesis para personas, teniendo en cuenta no solo las características fisiológicas, sino también los gustos individuales.