Las investigaciones sobre estos misteriosos casos en la población kazaja de Kalachi, involucran a diversos científicos y médicos, especialistas en toxicología, expertos en el estudio de virus extraños y radiaciones, pero nada se sabe aún a ciencia cierta.

Este documental de la cadena rusa RT relata casos inexplicables: 20 personas que "se desmayaron y durmieron durante varios días" y unos "60 aldeanos que se durmieron a la vez en 2013".

Las consecuencias del sueño prolongado o repentino descritas por los propios pobladores, hablan de "alucinaciones, pérdida de memoria, mareos y náuseas".

"Primero se sienten débiles, se quejan de reacciones lentas y, por fin, se adormecen. Cuando se despiertan, es como si hubieran vivido en otro planeta", dice el doctor Kabdrashit Almagambetov, que trató el caso de Alexander Pavlyuchenvo en el hospital de Esil, la capital del distrito. El hombre sufrió narcolepsia y luego aseguraba haberse ido de pesca, cuando en realidad estaba en un cementerio.

Se han realizado más de 20 mil análisis, se han estudiado las fuentes de agua, la composición del suelo y la vegetación presente en toda la zona. Cero resultados.

La cercana mina de uranio de Krasnogorsk, cerrada en 1991, es la principal sospecha que tiene los médicos. La hipótesis sostiene que los vientos que soplan desde ese sector coinciden con el sueño profundo y repentino que afecta a la población.

Los viejos mineros descreen de esa postura: "La gente trabajó en las minas durante muchos años y nadie se quedaba dormido", objetan.