La pregunta del millón es si el disfraz que elige una persona está directamente relacionado a su visión del mundo y a las prácticas que utiliza par alcanzar sus deseos.

La celebración de Halloween en la localidad valenciana de Gandía, produjo mucha indignación entre los españoles, ya que en la fiesta organizada por el alcalde del municipio, Arturo Torró, apareció el concejal de Agricultura, Toni Rodríguez, quien no tuvo mejor idea que elegir el disfraz de Hitler.

Se puede observar al político con el atuendo del genocida nazi y su característico bigote, junto con la concejala de Bienestar Social, Pilar Gavilá, posando en mitad de la celebración.

Tanto el alcalde como los concejales pertenecen al Partido Popular y han recibido fuertes críticas desde las formaciones de la oposición en el consistorio valenciano.

Desde el Ayuntamiento, aseguraron que era una ridiculización y no de un ensalzamiento al personaje: "El concejal no trató de ensalzar al personaje, sino de ponerlo en ridículo y mostrarlo como un personaje nefasto", defendió el alcalde.

“Se trataba de una fiesta privada y podía ir vestido como quisiera, como si me hubiera disfrazado de Lola Flores”, dijo el mismo Rodríguez para tratar de llevar agua para su molino.

En Gandía el rechazo de la población fue generalizado: la foto difundida indignó a una población de más de 80.000 habitantes.