Harto de no ser escuchado por su desobediente y desordenada hija, un soldado de Georgia, Estados Unidos, decidió darle una insólita lección.

El hombre ya no sabía cómo pedirle a su hija que limpiara la pieza, y enloqueció: tomó todos los muebles de la habitación de la joven y los colocó en la calle

Además, una vez que sacó el cuarto al exterior, quiso anunciar en un letrero a ojos de todo el mundo la actitud de su propia hija: “El cuarto de Haley se ha mudado a la calzada, límpialo la próxima vez”.

Por su parte, el padre aclaró que no tenía la intención de humillar a su hija, pero sí pretendía provocar que sea más responsable con sus pertenencias, y conforme con su castigo, agregó: "Supongo que aprendió la lección".