El Gobierno de Ecuador, conducido por Lenín Moreno, tomó la decisión de "desconectar" a Julian Assange- autoexiliado en la embajada de ese país ubicada en Londres- después de que la semana pasada el líder de Wikileaks se pronunciara sobre la situación de Cataluña y la crisis entre Moscú y Londres por la expulsión de diplomáticos.

"La medida fue adoptada ante el incumplimiento por parte de Assange del compromiso escrito que asumió con el Gobierno a finales del 2017, por el que se obliga a no emitir mensajes que supusieran una injerencia en relación a otros Estados", argumentó el Gobierno ecuatoriano en un comunicado oficial.

La nación andina justificó la medida al subrayar que el comportamiento del australiano "con sus mensajes a través de redes sociales" ponen en riesgo las "buenas relaciones" que Quito mantiene con Reino Unido, con el resto de Estados de la Unión Europea y otros países.

"Por todo ello, para prevenir potenciales perjuicios, la embajada en Londres interrumpió este 27 de marzo las comunicaciones al exterior a las que tiene acceso Assange", agregó en el comunicado. Una fuente cercana a WikiLeaks señaló que el Gobierno ecuatoriano "colocó el martes por la noche aparatos que generan interferencias electrónicas en la embajada para impedir que el señor Assange tuitee y se comunique a través del teléfono y el internet".

Las autoridades además instruyeron a los funcionarios de la embajada a impedir la entrada al lugar de los visitantes que quieren ver a Assange y dar a conocer las claves de wifi. 

Por su parte Wikileaks ha convocado este jueves una "vigilia online" para "reconectar" a su fundador.  Wikileaks ha publicado en su cuenta de Twitter un vídeo de la activista online Suzie Dawson y de Kim Dotcom, creador del sitio web de descargas Megaupload, ambos amigos personales de Assange, en el que denuncian que Ecuador le ha privado de "su Derecho Humano a expresarse libremente".

"Han silenciado a Julian Assange (...) y necesitamos trabajar juntos para que todo el mundo sepa qué ha pasado y para que sus comunicaciones sean restauradas", denunció Dotcom. 

El australiano está refugiado en la embajada ecuatoriana desde el 2012 para evitar una demanda por abuso sexual en Suecia, que él rechaza y cuya investigación fue abandonada por fiscales de ese país. Sin embargo, aún enfrenta una orden de arresto en Reino Unido por otras infracciones.

Para el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, la situación de Assange es "una piedra en el zapato" que tuvo que heredar y ha dicho que seguirá protegiendo su integridad. Ecuador ha buscado alternativas para encontrar una salida a la situación de Assange, que ha calificado de "insostenible", pero no ha tenido éxito en sus intentos. 

No es la primera vez que Ecuador "desconecta" a Assange, ocurrió en octubre de 2016 cuando el activista se mostró crítico con la candidata presidencial Hillary Clinton.