Días atrás la fotógrafa palestina Nadia Abu Shaban retrató a una niña siria de cuatro años que pensó que el lente de la cámara era en realidad un arma. Esa imagen conmovió al mundo.

La niña es uno de los 17.000 refugiados que alberga el campo de Azraq en un oasis a 100 kilómetros al este de la capital jordana, Amán. Corría descalza por el terreno sin pavimento del campamento, cuando le sorprendió con su cámara René Schulthoff, delegado de Comunicaciones de la Cruz Roja Alemana.
Cuanto le vio levantar el aparato, se quedó muy asustada y se echó a llorar levantando las manos en señal de 'rendición'. Según contó Schulthoff en una entrevista al diario 'Daily Mail', sacó la fotografía en noviembre del año pasado y se dio cuenta del susto que había causado a la niña cuando empezó a editar la imagen.

La niña es una de los 17.000 refugiados que alberga el campo de Azraq en un oasis a 100 kilómetros al este de la capital jordana, Amán.

La menor corría descalza por el terreno sin pavimento del campamento, cuando le sorprendió con su cámara René Schulthoff, delegado de Comunicaciones de la Cruz Roja Alemana.

Cuanto le vio levantar el aparato, se quedó muy asustada y se echó a llorar levantando las manos en señal de 'rendición'. Según contó Schulthoff en una entrevista al diario 'Daily Mail', sacó la fotografía en noviembre del año pasado y se dio cuenta del susto que había causado a la niña cuando empezó a editar la imagen.

"Se me llenaron los ojos de lágrimas cuando la vi de esa manera en mi ordenador. Me conmocionó su reacción, el miedo y el verla llorando... Es una tragedia para esta joven generación", dijo Schulthoff, y explicó que no sabe ni quién es la niña ni su paradero actual.