Más de 1.500 profesionales participan en las tareas de rescate para buscar personas con vida entre los escombros, con ayuda de casi un centenar de camiones de bomberos, 4 drones y 13 perros rastreadores.

Entre los edificios enterrados dos eran dormitorios de trabajadores del parque, según la cadena de televisión estatal CCTV. Y Ren Jiguang, subdirector de la oficina de seguridad pública de Shenzhen, dijo a esa cadena que la mayoría de la gente ha sido trasladada a zonas seguras.

El desprendimiento, que sepultó 33 edificios residenciales e industriales, causó además heridas leves a tres personas y forzó la evacuación de al menos 900 residentes.

La cifra de desaparecidos hasta ahora es de 59, si bien en un primer momento se creía que el número era mayor.

El deslizamiento de tierras fue sucedido por una explosión en un gasoducto, que dejó una estela de escombros de unos 100.000 metros cuadrados, agregó una fuente, que detalló que al menos 900 personas fueron evacuadas.

"Vi una cantidad de tierra roja y barro avanzando hacia la empresa", comentó un empleado del parque industrial que fue testigo del suceso.

Otra testigo contó al diario local Shenzhen Evening News que vio cómo la furgoneta que conducía su padre era engullida por la tierra y que no la han podido encontrar aún.

El periódico Beijing Youth Daily cita a un residente de la zona que indica que la tierra del desplome procedía de trabajos de construcción y había sido acumulada en los últimos dos años.

Shenzhen es una próspera ciudad industrial situada al sur de Cantón que dispone de cuatro pasos fronterizos a la vecina Hong Kong.