Lo llamativo de este proyecto es que no pertenece a una iniciativa del Partido Comunista, sino que contó con el aporte económico de varios empresarios locales, que han juntado los cerca de 500.000 euros para erigir este Mao de hormigón y ladrillo.

La figura se encuentra en el municipio de Tongxu, provincia de Henan: una zona rural al este de China, de las más pobres del país.

La estatua mide 36.6 metros de altura, está pintada en color oro y todavía resta que el la estructura de hierro y hormigón del sillón donde reposa la monumental figura sea finalizada.

Una segunda cabeza que se puede ver a sus pies, llama la atención ya que nadie explicó el motivo. La increíble estatua fue construida en tan solo nueve meses.

En declaraciones a The Guardian, Liu Jianwu, decana del centro de investigación de Mao Zedong en China, aseguró que la estructura fue levantada "para conmemorar al líder" y añade que "en la China contemporánea, Mao representa la personificación de la legitimidad y la justicia" asegurando que representa esto mismo en "los corazones de la gente normal".