El nuevo informe de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA) indica que el suicidio del copiloto Andreas Lubitz fue planificado y no producto de una crisis momentánea, dado que "ensayó" un vuelo en picada controlado en el viaje de ida entre Düsseldorf y Barcelona.

El director de la BEA, Rémi Jouty, responsable de las pesquisas técnicas del siniestro, indicó que el copiloto "ensayó el gesto que luego hizo en el vuelo fatal" que provocó la muerte de 150 personas, tres argentinos entre ellas.

Según explicó, fue imposible que los tripulantes, el control aéreo francés y los ocupantes del avión pudieran darse cuenta de que el copiloto había programado el aparato para que bajase hasta la altura mínima posible, unos 30 metros, en cinco ocasiones durante ese vuelo de ida.

De acuerdo al diario alemán 'Bild', el copiloto de 27 años ensayó su suicidio en el viaje anterior al de la tragedia, realizando "un vuelo en picada controlado de varios minutos sin justificación alguna".

El nuevo informe implica que el suicidio de Lubitz fue planificado con anterioridad y no fue producto de una crisis momentánea, según consigna la agencia EFE.