Un juez de la corte municipal en Painesville, Ohio, un tribunal que se quedó anclado en la medieval Ley del Talión, ofreció dos opciones de castigo a Diamond T. Gaston, una mujer que se declaró culpable de haber agredido a un hombre con gas pimienta: 30 días de cárcel o dejar que su víctima la rociara con el mismo irritante.

Si bien parece una locura que le ofrezca esas dos opciones, la mujer eligió la segunda opción. Y peor aun fue la actitud del hombre que sin titubear le tiró con gas pimienta en la cara.

Y como si fuera poco, ¡el gas pimienta se lo da el propio juez!