Fue en la localidad de Barranquilla, que Mónica Vega -quien había tenido un embarazo normal y sin complicaciones- recibió el alerta de su obstetra luego de una ecografía. 

En el estudio vieron dos cordones umbilicales: uno de su hija conectada con ella, y el otro de su hija conectado a un feto dentro de la beba no nata. 

Un experto en la materia aseguró al programa Informantes: "Los dos bebés que se formaron no lo hicieron de forma asimétrica. Entonces, es un bebé que está embarazado de su hermano gemelo, que lo lleva dentro de su abdomen". 

A esta alteración se la llama "fetus in fetu" o "gemelo parásito", y se produce cuando las células que forman los embriones no se dividen de manera apropiada. 

Por eso, cuando nació la beba, tuvieron que realizarle una cesárea para quitarle el feto que se alojaba en su vientre. ¿Reclamarán los pro vida?