El sínodo extraordinario de obispos católicos sobre la familia aprobó un documento final, Relatio synodi, en el que se recogen los principales acuerdos logrados entre los participantes.

El texto, de 62 puntos y 18 páginas, obtuvo en general amplio apoyo y las cuestiones más conflictivas referidas a las uniones de las personas del mismo sexo, la acogida de los homosexuales en la vida de la Iglesia y la comunión eucarística para los divorciados vueltos a casar, lograron el respaldo mayoritario de los obispos aunque no alcanzaron los dos tercios de votos necesarios para su aprobación.

Por eso, según expresó el vocero vaticano Federico Lombardi, estos temas permanecerán “abiertos” y seguirán siendo considerados en vista de las decisiones que puedan adoptarse en octubre del año próximo cuando se realice la sesión ordinaria del sínodo.

Fueron 183 los padres sinodales que participaron de la votación. “Tenemos un año para madurar”, dijo el Papa al cerrar las deliberaciones y en directa referencia a los temas que siguen en debate.

En su intervención final, Francisco también sostuvo que en esta ocasión no se puso en entredicho “la indisolubilidad del matrimonio”, recordó que parte de su misión es “garantizar la unidad de la Iglesia” pero les quitó relevancia a las discusiones y las diferencias. “Si no hubiera habido discusiones animadas me habría preocupado”, dijo Bergoglio.

Canonización del papa Pablo VI:

Este domingo, Francisco agradeció a los religiosos su participación en el sínodo de obispos. "Por el don de este sínodo y el espíritu constructivo, damos gracias y los tenemos presentes en nuestras oraciones", indicó, durante la ceremonia de canonización del papa Pablo VI (1897-1978).

Francisco recordó que, en su época, el propio Pablo VI fue protagonista de "un sínodo para analizar los signos de los tiempos" y destacó que "cuando estaba surgiendo una sociedad secularizada y hostil supo conducir la barca de San Pedro". Él fue creador de este tipo de encuentro entre el máximo responsable de la Iglesia católica y los obispos. También fue el primer Papa en pisar Tierra Santa desde los tiempos de San Pedro y fue quien resolvió decretar que tanto el uso del preservativo como la píldora anticonceptiva son pecado.

"Sínodo significa caminar juntos. Hemos sentido la fuerza del Espíritu Santo que guía y renueva a la Iglesia llamada a hacerse cargo de las heridas", recordó el Sumo Pontífice, durante la ceremonia de beatificación que fue programada como clausura de su primer sínodo de obispos. En primera fila lo escuchaba el papa eméricto Benedicto XVI, junto a numerosos cardenales y obispos de todo el mundo.