"No podemos dejar que Brasil se convierta en lo que hace poco tiempo era Chile", dijo ayer el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, a sus simpatizantes a las puertas del Palacio de Alvorada aludiendo a la ola de protestas que estalló el año pasado en Chile contra el gobierno de Sebastián Piñera.

"Eso no es democracia ni libertad de expresión. Eso, en mi opinión, es terrorismo", declaró Bolsonaro en relación a las manifestaciones convocadas para el próximo domingo contra su gobierno por movimientos antifascistas a los que calificó de "terroristas".

La portavoz del gobierno chileno, Karla Rubilar, declinó criticar estas palabras directamente y se limitó a señalar que Chile considera que "los países tienen que tratar a los otros países como les gustaría que nos trataran a ellos mismos", informó el diario El Mercurio en su edición digital.

"En ese contexto, a nosotros, como país, no nos corresponde referirnos a las declaraciones del presidente Bolsonaro ni tampoco inmiscuirnos en política interna. Cuando planteamos lo mismo de otros países hacia nosotros, es la actitud que nosotros tenemos que tomar hacia otras repúblicas, sobre todo cuando son países hermanos", añadió.

Las protestas en Chile comenzaron en octubre pasado por una nueva suba del precio del viaje en subte en Santiago pero aumentaron hasta denunciar las desigualdades sociales y lograron desencadenar un proceso constituyente, ahora en suspenso por la pandemia de coronavirus.

Más de 30 personas murieron por la represión lanzada contra los manifestantes.por las fuerzas de seguridad.