En un clima de tensión y emergencia nacional, Portugal atraviesa uno de los peores incendios de su historia que ya se llevó la vida de 62 personas. 

Ahora, una de las avionetas hidrantes que intentaba sofocar las llamas cayó a tierra en la zona de Pedrógão Grande; una de las principales afectadas. Todavía no se informó si hay víctimas fatales. 

El hecho aumentó las críticas a la gestión del primer ministro luso, António Costa, que está en la mira después de que el operativo de evacuación enviara a varias familias a una zona donde quedaron atrapadas en la carretera nacional 236 y murieron calcinadas. 

Según los servicios de emergencia nacionales, el incendio- declarado como el más mortífero de los últimos 50 años- continúa extendiéndose en los bosques.