Por miedo a un rebrote de casos importados, la ciudad china de Suifenhe, ubicada en el extremo noreste del país y que comparte 27 kilómetros de frontera con Rusia, convirtió en solo seis días un edificio de oficinas de 13 plantas en instalaciones hospitalarias para recibir pacientes asintomáticos o con síntomas leves de coronavirus. 

El 6 de abril, trabajadores y voluntarios comenzaron a acondicionar el inmueble, que seis días después ya estaba terminado y con unas 600 camas. "El hospital provisional es un plan de respaldo y, si es necesario, entrará en funcionamiento de inmediato", afirmó el alcalde interino de Suifenhe, Wang Yongping. En ese ciudad se registraron 300 enfermos.

La ciudad en la que está el nuevo hospital temporal, al que fueron enviados unos 400 médicos, tiene cerca de 70.000 habitantes y está ubicada en la provincia de Heilongjiang, que el miércoles 8 de abril declaró el cierre total del distrito para evitar la llegada de posibles contagiados.