Donald Trump cayó preso de sus propias idas y vueltas con el COVID-19. Primero anunció que iba a congelar los aportes de su país y luego se desdijo, suavizándolo con que lo iban a estudiar. Luego acusó a la OMS de estar "sesgada" a favor de China y de haberse "equivocado" al no alertar antes del coronavirus.

El presidente estadounidense recordó que Estados Unidos es el principal aportante de la OMS y que financia "la mayor parte" de la organización. Cosa que es real porque Estados Unidos aporta un 76 % de las aportaciones voluntarias. No sería la primera vez, porque desde que llegó al poder, Trump cortó la financiación y se retiró de organismos pertenecientes a Naciones Unidas como la Unesco o el Consejo de Derechos Humanos.

Pero si bien Trump en el comienzo de la conferencia de prensa anunció que iba a congelar los fondos, al ser consultado si es el momento más oportuno para hacerlo en plena pandemia del COVID-19, se contradijo y señaló que solo lo estaba estudiando.