"Estoy dispuesto a parar el fútbol, si es necesario hasta que se tomen medidas. Para empezar cortamos la protección policial en el Parque Central y en el Centenario", confesó Mujica, antes de la reunión que mantendrá este viernes con el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), y los mandatarios de Peñarol y de Nacional.

"Los uruguayos no podemos seguir en esa irracionalidad, consolidando la estupidez humana, debemos reaccionar urgente", dijo el jefe de Estado al justificar su decisión en diálogo con la prensa local y la calificó de "causa nacional".

El presidente uruguayo consideró que los dos clubes "grandes son los primeros que deben reaccionar" porque "son el 90% del país".

Mujica sacó a relucir su nostalgia al señalar: "Yo me eduqué en un país muy diferente. Me acuerdo todavía cuando mi padre me llevaba al Centenario a disfrutar el espectáculo que ofrecían grandes futbolistas. Entonces íbamos las hinchadas entreveradas y podíamos convivir sin problemas".

Y destacó: "Ahora hay que separarlos como si fueran fieras. ¿Qué clase de cultura estamos construyendo?".

El jueves, el viceministro de Interior, Jorge Vázquez, había anunciado que Mujica ordenó expresamente que la Policía ya no preste vigilancia en los partidos de fútbol que se desarrollen en el estadio Centenario y en el Gran Parque Central, debido a los reiterados disturbios provocados por hinchas de Nacional y Peñarol, en los que varias veces fueron agredidos funcionarios policiales.

Esta decisión implica que ya no se podrá jugar ningún partido de fútbol en el Centenario y en el Parque Central -cancha de Nacional, a pocas cuadras del Estadio-, ya sea del campeonato local o internacional, según comunicó el funcionario.

La gota que colmó el vaso

Los incidentes del pasado miércoles tras la victoria de Newell`s sobre Nacional por 3-1 por el grupo 6 de la Libertadores, dejaron destrozos múltiples en el Estadio Centenario, tras enfrentamientos entre hinchas locales y la policía.

Apenas culminó el partido, los simpatizantes `tricolores` pretendieron abandonar rápido el estadio para ir a enfrentarse con sus pares argentinos.

Sin embargo, la policía se ubicó en la salida en una de las tribunas y no permitió el egreso de los simpatizantes, con lo que se produjeron enfrentamientos que dejaron más de 40 detenidos y cerca de 20 policías heridos.

Tras un recuento que se hizo del saldo de los incidentes en el Centenario, se comprobó -como señala la foto-, que hay más de 800 butacas rotas, a lo que hay que sumarle los destrozos en los baños. El club Nacional será quien tenga que asumir el costo de estos daños, que oscilarían los 50.000 dólares.

Esta tarde, habrá novedades y definiciones tras la reunión entre el presidente de la Nación, y los titulares de la AUF, Peñarol y Nacional.