Los gobernadores brasileños no salen de su asombro por la forma en que el gobierno federal encaró la pandemia de COVID-19. Tanto es así que desobedeciendo las indicaciones del presidente Jair Bolsonaro decretaron la cuarentena obligatoria en la gran mayoría de ellos.

La idea tiene imitadores locales, como José Luis Espert, que sostiene que lo que se debe hacer es lamentar las muertes pero no detener la economía.

Bolsonaro es de los que tienen esa idea, por eso lanzó el slogan "Brasil no para" y para mostrarlo se acercó a un supermercado para relacionarse con la gente, precisamente lo más desaconsejado para hacer.