Normando Álvarez García, el embajador argentino en Bolivia, le dijo a Luis Novaresio en radio: “No hay golpe de Estado para nuestro Gobierno".

El periodista lo apuró para que definía lo que ocurrió en Bolivia y el diplomático titubeó: “Seguramente hay una interrupción del orden constitucional, pero en base a la gran conmoción social".

E hizo una comparación muy poco felíz: "Aunque no es lo mismo, hay cosas similares a cuando fue la renuncia de (Fernando) De la Rúa. Cuando hay presiones para que renuncie, hay montones de juegos políticos para que renuncie”.

Y Novaresio editorializó: "Acá hay un golpe de Estado, sin vueltas".