Petra Laszlo, la camarógrafa que pateó a refugiados en Hungría y que fue despedida del canal para el que trabajaba por esos hechos, trató de excusarse de su repudiable actitud al afirmar que "es difícil tomar decisiones correctas cuando uno está en pánico. Yo no pude hacerlo".

Mediante una carta personal que se hizo pública este viernes, la reportera asegura que "está en estado de shock por lo que hizo y están haciendo con ella", en el sentido de que es víctima de una "caza de brujas política" que incluye amenazas "mortales".