El jefe de la misión de la ONU en Colombia, Jean Arnault, presentó su primer informe al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre lo que está ocurriendo en Colombia tras la firma del nuevo acuerdo de paz firmado entre la guerrilla y el Gobierno de Juan Manuel Santos. 

Arnault señaló que fue imposible cumplir a tiempo el primer objetivo establecido  y que el segundo objetivo tampoco será alcanzado dentro del plazo. El primer paso era lograr antes del 1 de enero de 2017 que todos los insurgentes fueran concentrados en las áreas determinadas para la desmovilización. El segundo objetivo estaba en lograr que para el 30 de enero se realizara la "la destrucción de municiones inestables desperdigadas en todo el país".

El incumplimiento de lo estipulado, para avanzar hacia la paz final, se debe a "dificultades logísticas y otras razones"; según indica el informe, aunque  Arnault señaló que tanto el Gobierno y los rebeldes han expresado su determinación "para hacer todo lo posible con el fin de alcanzar la meta original de deponer las armas para principios de junio".

"A la fecha ha comenzado la construcción en una tercera parte de las zonas (de desmovilización) y las reparaciones están en curso en otra tercera parte, mientras que el resto continúa enfrentando dificultades", reportó Arnault.

La ONU se encuentra en Colombia desde hace casi un año como organismo de monitoreo para chequear que se cumpla el cese al fuego y el desarme. Recientemente fue cuestionado el trabajo de la organización por imparcial, tras la filmación de un baile entre miembros de Naciones Unidas y guerrilleras en Navidad