Existe una palabra japonesa karoshi que significa "muerte por exceso de trabajo" y refleja una situación que cada vez padecen más y más ciudadanos en el archipiélago. 

De acuerdo con el Ministerio del Trabajo de ese país, el año pasado se registraron al menos 189 muertes a causa de fatiga laboral extrema, mientras que las demandas por abusos de esta índole llegaron a 2.310; aunque los expertos consideran que los números podrían ser mayores que los reflejados en las estadísticas. 

"En un lugar de trabajo japonés, el trabajo extra siempre está ahí. Es casi como si formara parte del horario laboral normal", subrayó Koji Morioka, profesor de la Universidad de Kansai en la ciudad de Osaka para The Washington Post.

Se trata de una actitud que está muy arraigada en la conciencia nacional en la que los trabajadores sienten que deben trabajar más y muchas veces están obligados a mantener relaciones con sus jefes fuera de su jornada- como cenas, encuentros- lo que aumenta las horas de exposición laboral. 

El abogado Hiroshi Kawahito, que forma parte del Consejo Nacional de Defensa para las Víctimas de 'Karoshi', señaló que el Gobierno es el principal culpable ya que es  reacio a reconocer el problema ya que no hay reducción de jornadas laborales y los sueldos siguen siendo bajos lo que obliga a los ciudadanos a tener que trabajar más. 

Japón, cuando lo que mata es el trabajo

Las autoridades sostienen que e espera que el número de empleados que trabajan más de 60 horas por semana se reduzca a un 5% hacia el 2020.